viernes, 28 de diciembre de 2007

Explicaciones

Hasta cuando la ciencia dice haber descubierto que no existe ninguna ley sino que todo es producto del azar, está buscando una explicación "definitiva".

sábado, 8 de diciembre de 2007

PENSAR CON LA CABEZA

El problema de Occidente es que piensa con la cabeza. Hasta los que intentan salir de esta especie de fanatismo mental están sometidos a él por reacción. Creemos en nuestra superioridad bien sea por la superioridad de nuestras construcciones mentales, bien por nuestro rechazo a las construcciones mentales, pero somos incapaces de concebir otra manera de pensar. Da igual que hablemos de la iglesia, del humanismo, del progreso, de la ciencia, del romanticismo; todos ellos tienen pretensiones de una universalidad que se confía a determinadas construcciones mentales (o a la lucha contra ciertas construcciones mentales con la idea de proponer otras). La cabeza ostenta el poder en Occidente
La única tradición seria que no ha caído en tan burdo planteamiento es cierta tradición oriental en la que el pensamiento brota de la meditación, del autoconocimiento, de la autoconciencia; y es la autoconciencia la que dirije el pensamiento para ponerlo al servicio de una realidad cambiante.
Nosotros, sin embargo, hasta de la conciencia hemos hecho una cuestión mental y así nos atrevemos a hablar de "mi conciencia", como si la conciencia fuera una parte de nosotros susceptible de ser evaluada por determinado código moral (cuando no personal) y, por tanto, mental, intelectual. Con ello, curiosamente, hemos conseguido perder lo único que somos: conciencia.
El pensamiento solo, cuando intenta ser la base de todo, no deja de ser una abstracción incapaz de controlar algo sin destruir lo que no tiene cabida en él o en el sistema que ha elaborado.