jueves, 2 de julio de 2009

Hablar

Vuelvo de Bienservida tras un duro día de trabajo y discusiones peregrinas. Por la ventanilla observo las nubes que descansan en el cielo, grandes, consistentes, esponjosas, vivas. Y algo surge en mi interior, un deseo de expresar con palabras algo desconocido que está en ellas, pero las palabras no surgen. ¿Quieren hablar ellas a través de mí? o ¿Quiero yo expresar algo mío que veo en ellas? - ¿Hay "algo" ajeno a los dos que quiere que yo exprese algo sobre ellas? Ante la imposibilidad tanto de saber a qué se debe ese deseo como de responder al mismo, quiero recordar aquel pasaje de Nietzsche en "Aurora" en el que intenta expresar una duda similar: la naturaleza es muda, pero quiere hablar, en contraste con el hombre, que habla. Nietszche "oye" a la naturaleza silenciosa burlarse "estrepitosamente" de los que hablamos, y duda de si el hombre debe hablar, como requiere todo lo humano, o abandonar su humanidad y, callando, elevarse, como según él hace la naturaleza, sobre sí mismo.