sábado, 7 de marzo de 2009

Exceso de trabajo

(mientras paso la aspiradora, en casa:)
¿Alguien podría encontrarme en el Antiguo Testamento el caso de un sólo endemoniado? Sin embargo, el Nuevo está plagado de ellos. Parece que salieran de todas partes ¿Dónde estaban antes? Está claro que para los judíos no eran un problema o, en el mejor de los casos, eran un problema resuelto. Igual que pueden serlo para nosotros los desequilibrados en los psiquiátricos y los delincuentes en las cárceles: apartados y (realmente, hemos progresado) al cuidado de especialistas. En los relatos de Jesús, en cualquier caso, ¡es como si alguien los hubiera soltado a todos!
Y es que cuando alguien empieza a ocuparse de lo que ha permanecido ignorado o "resuelto" durante años, décadas o siglos, el trabajo se le acumula. Parece que hay más suciedad de la que se creía.

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