martes, 20 de noviembre de 2007

AUTOCONCIENCIA

Tendría yo no más de seis años cuando, yendo de la mano de mi padre por la calle Gaona cruzando la calle Concepción, le pregunté: "papá, ¿quién soy yo?; porque cuando pienso que soy mi cuerpo no puedo ser mi cuerpo porque es mío, y si pienso que soy mi cabeza tampoco puedo ser mi cabeza porque es mía,...; entonces ¿quién soy?". No recuerdo recibir respuesta alguna de mi padre que, sin embargo, me miró, por lo que deduzco que debió de quedarse mudo ante tamaña empresa.
Más de cuarenta años después empiezo a vislumbrar la respuesta que él no pudo darme: yo no existo más que como "conciencia que es consciente" de que tiene un cuerpo, una personalidad, una historia, etc. Esta es la "autoconciencia" de la que hablan tanto Kant como el budismo zen, pasando por el hinduismo y su concepción de Atman. La única diferencia es el modo práctico de explicar o de acceder a esta autoconciencia: Kant descarta esto como un imposible, la autoconciencia es el presupuesto de cualquier actividad racional y punto; Hegel le reconoce una existencia real y positiva, pero se da cuenta de que es imposible acceder a ella por medio de la reflexión teórica; por su parte, los budistas acceden directamente a la autoconciencia a través de la meditación zen, experimentándola sin hacerla objeto de su reflexión; y los hindúes hablan de ella cuando exponen su concepto del atman...

No hay comentarios: