domingo, 26 de junio de 2011

El hogar del lenguaje

Antes que con ladrillos, el hombre construye su hogar con palabras, decidiendo primero qué parte de cuanto le rodea es una cosa para componer después, con las cosas que ha creado, un mundo en su mente paralelo a la realidad; un mundo que puede habitar. Por eso, se puede decir con total propiedad que todo el lenguaje es una construcción.
Y en este sentido, hay que dar más valor al hombre primitivo que al hombre civilizado. Porque el hecho de nombrar es más complejo cuando nuestro entorno aún no está "cosificado" -cuando hay que decidir qué partes de un entorno dado son cosas y cuáles no- que cuando el entorno lo hemos creado nosotros con objetos que hemos concebido previamente en nuestra mente como tales (un grifo, una calle,...), como ocurre en los entornos civilizados.

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