miércoles, 22 de agosto de 2012

Las religiones tienen una facilidad tremenda para crear autoridades. Sin embargo, que se admita la existencia de un dios creador no implica que ese dios tenga que ser ninguna autoridad. El mismo lenguaje parece establecer esa peligrosa relación al formar la palabra "autoridad" con la raíz "autor" (creador). Si la religión quiere tener cabida en una sociedad moderna tiene que aprender a reivindicar el papel creador de dios sin invocar autoridad alguna.

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