viernes, 23 de octubre de 2009

El negocio de la ciudad

Un cobertizo (una nave) dura unos veinticinco años. Una vivienda sobre los setenta y cinco. Un conjunto de viviendas (un pueblo) es fácil que se mantenga más de dos siglos. Una ciudad, algo menos de un milenio. Una capital importante suele rebasar esta cifra.
Esta escala de tiempo suelen olvidarla los que piensan hoy las ciudades. Y las piensan como si se tratara no ya de su propia casa, para vivir, sino de un cobertizo cualquiera para sacar adelante cierto negocio.

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