Después de ocho años volvemos a la dieta del melón. La hicimos por primera vez los meses anteriores a nuestra boda: el domingo sólo melón. Una limpieza del cuerpo que elimina peso. Uno no deja de eliminar líquidos a lo largo del día y de la noche. Unos años después volvimos a intentarlo, pero ni produjo los mismos efectos ni perseveramos en ella. Ahora debo de tener más sobrepeso y por eso vuelvo a eliminar líquidos rápidamente. De hecho, pese a hacer más ejercicio que hace ocho años, desde hace algún tiempo no hago más que ganar peso poco a poco. Esta vez, como novedad, introduzco de bebida junto al agua el té rojo, y a medio día tomamos unas lonchas de jamón con el melón.
Esta semana pasada también he hecho un ajuste en mis costumbres y he empezado a salir a correr por la mañana antes de ir al trabajo. La ciudad está más fresca y más vacía y el cuerpo, en contra de lo que me esperaba, responde bien. Para no tener que estropear con prisas después lo ganado en bienestar y energía, he previsto los miércoles entrar en el trabajo algo más tarde. Así podré resolver también sin agobios antes de empezar a trabajar cualquier problema que haya surgido con mamá.
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