miércoles, 2 de septiembre de 2009

Propósito

Empiezo el mes con el propósito de llevar un pequeño diario en este blog, propósito que no sé si dará fruto pero que intentaré desde hoy llevar a la práctica.
No disfruto últimamente de una mente muy clara. Se nota en las entradas del blog. Pero lo noto especialmente en el final del verano. Por eso ayer me tomé la tarde libre y me perdí con el coche por la ciudad. La excusa: probar al aire libre un transistor de onda corta que hace tiempo tenía interés en comprar, idea que el reciente viaje a Inglaterra ha vuelto a reavivar. También, pasar a ver si localizo el bancal de Angel en la carretera de Jaén.
Conducir aclara la mente, incluso entre el accidentado tráfico de la ciudad. De viaje, el pensamiento se amplía con el paisaje que se recorre. Por la ciudad, tener al cuerpo y la mente ocupados accionando palancas deja libre al espíritu - el vehículo se transforma en el espacio expandido de un cuerpo que hace frente durante el día a demasiadas presiones sutiles, parapeto y claustro a la vez. Las ventanas del coche son mis ojos multiplicados, ampliados y uno se convierte en director de una película sin argumento que se proyecta en ellos. El día se convierte en sala de cine y yo soy el único espectador; la ciudad es la película que echan esta tarde.

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